Excelentísimo Señora Presidente de la Nación:
Doña Cristina Fernández
Me dirijo a usted a los efectos de expresarle mi sentir en relación a la utilización de los encargados de edificios para controlar la cantidad y el uso de los aire acondicionados que en los edificios se encuentran.
En primer lugar considero que el razonamiento desde el gobierno es contradictorio. Desde hace ya larga data; se viene insistiendo desde la AFIP, con sano criterio, en el pago de los aportes a los trabajadores domésticos ya que “son empleados” y si son mi empleado, es justo que se le hagan aportes. Pues con los encargados de edificios sucede lo mismo desde siempre. Son empleados del consorcio de propietarios, dato claro para cualquiera en especial si es abogado. Por otra parte, cualquiera sabe, que al empleado solo el empleador le da órdenes y solo de este puede recibirlas. Pues el encargado es empleado del consorcio y solo de este recibe órdenes. Es ilegal e inmoral que usted pretenda darle órdenes a un empleado que por no serlo suyo usted no le paga el sueldo.
Si quiere darle órdenes empiece por pagar su sueldo que bastante caro es.
Por otra parte su pedido es discriminatorio ya que solo cuenta a los edificios olvidando los domicilios que no son edificios, propiedades y locales que también tienen aire acondicionado.
Usted desconoce lo sucedido, hace unos años, en varios países europeos. (A pesar que tanto ha viajado por Francia) desconoce lo que ha hacho una ola de calor con la población francesa, en especial ancianos y niños que han muerto súbitamente por el excesivo calor y que según se supo después podría haberse solucionado con un simple aire acondicionado. El discurso prohibiendo o pretendiendo el no uso de aire acondicionado emitido por usted y sus ministros es por eso homicida. Y aquí pueden morir muchos más que sos supuestos 30.000 desaparecidos; no sea cómplice de un genocidio de niños, jóvenes y ancianos, a causa del calor. No olvide que esto se genera desde el Estado y por tanto le cabría la calificación de terrorismo de estado del que usted suele hablar tanto y que según su criterio es aún peor que el otro.
Esta actitud es claramente violatoria al derecho a la intimidad que la constitución Nacional garantiza a los habitantes. Usted no tiene derecho a meterse en mi casa. ¿Le gustaría, Señora Presidente que alguien ordenara se contara cuantos zapatos y carteras tiene usted en su placard?
Por último, su discurso desde el Estado, es una estafa. ¿Cómo se le ocurre cobrar el 21% de IVA y después impedir el uso del producto adquirido?
Usted no tiene derecho a transformar a un empleado que no es suyo, ni convenir con el gremio que no le paga el sueldo a transformar al empleado de mi consorcio en un espia suyo.
Doña Cristina Fernández
Me dirijo a usted a los efectos de expresarle mi sentir en relación a la utilización de los encargados de edificios para controlar la cantidad y el uso de los aire acondicionados que en los edificios se encuentran.
En primer lugar considero que el razonamiento desde el gobierno es contradictorio. Desde hace ya larga data; se viene insistiendo desde la AFIP, con sano criterio, en el pago de los aportes a los trabajadores domésticos ya que “son empleados” y si son mi empleado, es justo que se le hagan aportes. Pues con los encargados de edificios sucede lo mismo desde siempre. Son empleados del consorcio de propietarios, dato claro para cualquiera en especial si es abogado. Por otra parte, cualquiera sabe, que al empleado solo el empleador le da órdenes y solo de este puede recibirlas. Pues el encargado es empleado del consorcio y solo de este recibe órdenes. Es ilegal e inmoral que usted pretenda darle órdenes a un empleado que por no serlo suyo usted no le paga el sueldo.
Si quiere darle órdenes empiece por pagar su sueldo que bastante caro es.
Por otra parte su pedido es discriminatorio ya que solo cuenta a los edificios olvidando los domicilios que no son edificios, propiedades y locales que también tienen aire acondicionado.
Usted desconoce lo sucedido, hace unos años, en varios países europeos. (A pesar que tanto ha viajado por Francia) desconoce lo que ha hacho una ola de calor con la población francesa, en especial ancianos y niños que han muerto súbitamente por el excesivo calor y que según se supo después podría haberse solucionado con un simple aire acondicionado. El discurso prohibiendo o pretendiendo el no uso de aire acondicionado emitido por usted y sus ministros es por eso homicida. Y aquí pueden morir muchos más que sos supuestos 30.000 desaparecidos; no sea cómplice de un genocidio de niños, jóvenes y ancianos, a causa del calor. No olvide que esto se genera desde el Estado y por tanto le cabría la calificación de terrorismo de estado del que usted suele hablar tanto y que según su criterio es aún peor que el otro.
Esta actitud es claramente violatoria al derecho a la intimidad que la constitución Nacional garantiza a los habitantes. Usted no tiene derecho a meterse en mi casa. ¿Le gustaría, Señora Presidente que alguien ordenara se contara cuantos zapatos y carteras tiene usted en su placard?
Por último, su discurso desde el Estado, es una estafa. ¿Cómo se le ocurre cobrar el 21% de IVA y después impedir el uso del producto adquirido?
Usted no tiene derecho a transformar a un empleado que no es suyo, ni convenir con el gremio que no le paga el sueldo a transformar al empleado de mi consorcio en un espia suyo.
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